El pasado sábado 6 de noviembre hemos cumplido exitosamente con el primer capítulo de nuestra temporada musical. Lo hemos logrado gracias a todos los que se propusieron sumar, desde nuestras filas o desde las de la coral invitada, desde el patio de butacas o desde los atriles de dirección, desde la labor de algunos funcionarios municipales o desde el apoyo de amigos y familiares.
Veintitrés encuentros corales promovidos, organizados y llevados a buen puerto adornan nueve años de presencia de la Coral Ciudad de Benalmádena en la vida cultural de este municipio y son el activo que hoy nos permite asegurar que sin ayudas, el camino de la música coral se hará cada vez más angosto y empinado. Su futuro necesitará de otros recursos, más imaginativos y acordes a los tiempos porque las expresiones culturales de cercanía, las que nacen de la iniciativa ciudadana independiente y fomentan la participación vecinal corren serio peligro en tiempos de crisis. Serán las primeras víctimas de recortes o ajustes presupuestarios y, lo que es peor, padecerán el creciente desinterés de las administraciones, más ocupadas en alimentar eventos de mayor calado aparente y de fácil rédito mediático.
Frente a esto, la fuerza de la cultura de ámbito local estará siempre en el trabajo bien hecho, en la vocación que nos mueve, en la ilusión que sepamos transmitir, en el compromiso gratuito, en que, por mucho que pidamos, siempre lo devolveremos con creces y en nuestro caso, porque ya lo decía Mercedes Sosa… si se calla el cantor… calla la vida.
Veintitrés encuentros corales promovidos, organizados y llevados a buen puerto adornan nueve años de presencia de la Coral Ciudad de Benalmádena en la vida cultural de este municipio y son el activo que hoy nos permite asegurar que sin ayudas, el camino de la música coral se hará cada vez más angosto y empinado. Su futuro necesitará de otros recursos, más imaginativos y acordes a los tiempos porque las expresiones culturales de cercanía, las que nacen de la iniciativa ciudadana independiente y fomentan la participación vecinal corren serio peligro en tiempos de crisis. Serán las primeras víctimas de recortes o ajustes presupuestarios y, lo que es peor, padecerán el creciente desinterés de las administraciones, más ocupadas en alimentar eventos de mayor calado aparente y de fácil rédito mediático.
Frente a esto, la fuerza de la cultura de ámbito local estará siempre en el trabajo bien hecho, en la vocación que nos mueve, en la ilusión que sepamos transmitir, en el compromiso gratuito, en que, por mucho que pidamos, siempre lo devolveremos con creces y en nuestro caso, porque ya lo decía Mercedes Sosa… si se calla el cantor… calla la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario