Enero y febrero son meses tradicionalmente de intenso trabajo en la sombra: la preceptiva asamblea general, este año, además, con la renovación de los cargos de la Junta Directiva, y, ¡ay! sobretodo, las numerosas e incansables gestiones con nuestras autoridades relacionadas, principalmente, con el tan deseado traslado de local al centro de Arroyo de la Miel, que, ahora parece que sí, es inminente. Esperamos poder dar cuenta de ello en breve.
El tiempo pasa que vuela y se van acercando las fechas de descolgar los uniformes. Los ensayos, tanto colectivos como individuales, con Óscar, nuestro paciente y tenaz director, están siendo desde el inicio del año muy intensos con la renovación y preparación de repertorios y la organización de los diversos conciertos que hemos programado para esta primavera. Iremos informando puntualmente. Gracias por seguirnos ¡y que continúe la música!
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