Adiós César, buen amigo

Hoy ha sido un día triste porque hemos dicho adiós a un compañero y amigo, un ser humano admirable como era César Eslava.
Nos despedimos de él teniéndolo siempre presente. Se marchó con el sonido de una canción suave, como la dulzura de su forma de hablar, y rodeado de flores, silenciosas ellas pero imposibles de pasar inadvertidas por su belleza. Así era César, un gran amigo cuyo recuerdo pertenecerá imborrable...
Habríamos querido tener más tiempo para aprender de ti y contigo y esperamos haberte dado todo el calor que tu presencia y tus ánimos infundieron siempre a la Coral. Hoy esos ánimos queremos hacerlos llegar con todo nuestro cariño a todos tus seres queridos que también te echarán de menos.
Valgan estas letras para tratar de expresar lo que hoy sentimos.
Adiós César, buen amigo.

Te fuiste con el aplauso
de un público agradecido
Con el calor y el abrazo
de tu coral, buen amigo.

Cualquier tiempo se hace breve
para poder conocerte,
para poder escucharte,
para poder disfrutarte,
para poder complacerte.
Cualquier tiempo se hace breve.

Me conforta cuando pienso
que nos queda tu alegría,
que nos queda tu memoria,
que nos quedan tus historias,
que nos queda tu melodía.
Me conforta cuando pienso.

Te fuiste pero en el corazón.
sigues siendo imprescindible.
Imborrable es el recuerdo
de nuestro amigo invisible.